La obra plantea el desafío de aprovechar las características únicas de Chile, potenciando el uso de nuestro territorio para la investigación. Fue editado por los académicos UC José Miguel Aguilera, Premio Nacional de Ciencias, y Felipe Larraín, actual ministro de Hacienda. Al lanzamiento asistió el Presidente de la República Sebastián Piñera.
En el Salón de Honor de la Casa Central de la UC, en una ceremonia encabezada por el rector Ignacio Sánchez, fue presentado el libro de Clapes UC y Ediciones UC, Laboratorios Naturales para Chile, editado por el ingeniero químico UC, máster en ciencias del MIT y Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, José Miguel Aguilera, y el ingeniero comercial UC, Dr. en Economía de Harvard y actual ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
La presentación fue convocada por la vicedecana de ingeniería, Loreto Valenzuela; el director de Clapes UC, Hernán de Solminihac; y la directora de Ediciones UC, María Angélica Zegers. En la ceremonia, la obra fue comentada por Bruno Philippi, expresidente de la Sofofa, y Laura Pérez, académica del departamento de Astrofísica de la Universidad de Chile.
A la ceremonia asistieron también el Presidente Sebastián Piñera, el ministro de Salud, Emilio Santelices, el senador Guido Girardi y el diputado Jorge Alessandri, entre otras autoridades de gobierno. Asimismo, se presentaron embajadores de diversas naciones, alcaldes, rectores de otras casas de estudio, investigadores y empresarios.
El rector Ignacio Sánchez comenzó agradeciendo a los editores y reconociendo la importancia del enfoque transdisciplinario del libro. También, mencionó algunos aportes de la UC en el plano de la investigación, lo cual asoció al concepto de “laboratorios naturales”. Por ejemplo, se detuvo en el trabajo de investigación realizado en la estación experimental de Alto Patache, ubicada en la Región de Tarapacá, en donde académicos UC han trabajado sobre los avances de los sistemas de energía solar y las condiciones climáticas.
Bruno Philippi, en tanto, reconoció los esfuerzos por sacar adelante esta publicación e hizo hincapié en el desafío que tiene Chile en el campo científico, algo que considera que tiene pendiente. Además, habló sobre la importancia de la formación científica local, del rol fundamental que juegan los académicos en cuanto a despertar la capacidad de asombro de los niños, y de la necesidad de generar más y mejores oportunidades, por ejemplo, mediante fondos concursables.
En tanto, Laura Pérez compartió su experiencia personal como científica investigadora y docente, y afirmó que se debe -y puede- replicar lo que se ha hecho en el área de la astronomía en otros espacios de la ciencia. También propuso fomentar la búsqueda de nuevos laboratorios naturales, más allá de los que menciona el libro.
La ceremonia finalizó con algunas palabras de los editores. José Miguel Aguilera, por su parte, mencionó algunas de las ventajas comparativas únicas de Chile y el desafío país aún pendiente. Además, recordó cómo comenzó su interés por escribir este libro y cómo ideó por primera vez el concepto de “laboratorios naturales”.
Por último, Felipe Larraín destacó los positivos efectos que tendría el desarrollo de laboratorios naturales en cuanto a la regionalización y descentralización. Además, mencionó las consecuencias económicas, teniendo en cuenta la diversificación productiva y el fomento del turismo de especialidad.
El libro
En términos generales, este libro plantea el desafío de aprovechar las características únicas de Chile y lograr que los mejores expertos del mundo utilicen el territorio nacional como un nuevo y revolucionario laboratorio natural para trabajar en conjunto en las áreas en que Chile tiene ventajas comparativas para hacer ciencia con impacto nacional y mundial.
Chile es un país emergente que se ubica lejos de los principales centros de ciencia de punta, pero tiene características únicas que han sido utilizadas, por ejemplo, en el campo astronómico, lo cual puede ser replicado en muchas otras áreas de la ciencia y la tecnología.
Tiene cielos excepcionales para explorar el universo; acceso privilegiado al territorio antártico y subantártico; eventos naturales extremos como terremotos, erupciones volcánicas e inundaciones, que por su reiterada ocurrencia permiten el estudio y desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a anticipar y resistir mejor estos fenómenos; inmensas extensiones de tierras expuestas al sol en condiciones únicas que posibilitan nuevos estudios de energía solar; y muchas otras oportunidades.