Se ha vuelto habitual describir la célula como una intrincada pieza de maquinaria, diferente de una máquina humana solo en términos de su complejidad superior. Esta comprensión familiar fundamenta la convicción de que la organización de una célula puede explicarse de forma reduccionista, así como la idea de que sus vías moleculares pueden imaginarse como circuitos deterministas. La concepción mecánica de la célula debe gran parte de su éxito a los métodos tradicionalmente utilizados en biología molecular. No obstante, la reciente introducción de técnicas experimentales novedosas capaces de rastrear moléculas individuales dentro de las células en tiempo real está conduciendo a una rápida acumulación de datos que no son consistentes con una visión de ingenieril de la célula. El artículo revisa cuatro dominios principales de la investigación actual en los que los desafíos a la concepción mecánica de la célula son particularmente prominentes (arquitectura celular, complejos de proteínas, transporte intracelular y comportamiento celular), sosteniendo que está surgiendo una nueva comprensión teórica de la célula, que enfatiza la naturaleza dinámica y autoorganizada de su constitución, la fluidez y plasticidad de sus componentes, y la estocasticidad y no linealidad de los procesos subyacentes.
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