El artículo describe la existencia de ritmos circadianos en los niveles intracelulares de Magnesio (Mg2+), y sugiere que es un mecanismo ancestral altamente conservado y, por ello, está presente en humanos, algas unicelulares y hongos.
Las modificaciones en los niveles de este ion, a raíz de manipulación genética, perturbaciones farmacológicas o alteración drástica en su biodisponibilidad, producen cambios en los parámetros circadianos de las células, lo cual a su vez puede repercutir en una serie de procesos que están normalmente regulados por el reloj. “El Mg2+ desempeña un rol clave en las células por ser un cofactor del ATP y, las oscilaciones del ion tienen consecuencias en la regulación dinámica (y oscilatoria) de la bioenergética de la célula”, puntualiza el Dr. Larrondo.
En el trabajo también se describe que la oscilación circadiana en los niveles de Mg2+ impacta la vía el proceso de traducción (síntesis de proteínas), a través de la vía mTOR. “Así, es posible distinguir un componente circadiano en el proceso de traducción, que depende de este ion, a través de esta vía de traducción”, añade el investigador.
Lo central de esta investigación es revelar nuevos mecanismos por los cuales el reloj circadiano impacta las dinámicas celulares que hasta ahora han sido desconocidas. El Mg2+ incide en mecanismos centrales de reloj y esto a su vez influencia distintos procesos básicos de la célula, tales como la traducción.
Según el Dr. Larrondo, una de las mayores contribuciones que realizó su grupo de investigación a este trabajo fue demostrar que estos ritmos en Mg2+ también estaban conservados en el hongo Neurospora crassa, un dato que ayuda a entender la universalidad de este mecanismo circadiano.
Adicionalmente, el trabajo corrobora que no sólo estos ritmos están presentes en una línea celular humana, sino que también es posible evidenciar estos ritmos en Magnesio en fibroblastos. Estos datos, junto con la atención que el Magnesio y sus niveles han empezado a cobrar en distintos tejidos, llama a revisitar una serie de estudios a la luz de la nueva evidencia. Sin duda aunque queda mucho por hacer para entender la relevancia clínica de estas observaciones, en los últimos años la conversación bipartita entre la regulación circadiana y el metabolismo se ha vuelto un trending topic en conferencias y revistas de corriente principal.
El profesor Larrondo conoció a los líderes de este estudio, John O’Neill (MRC Laboratory for Molecular Biology, Cambridge UK) y a Gerben van Ooijen (University of Edinburgh, UK) hace aproximadamente cinco años en diferentes congresos y, fue este último quién le ofreció la posibilidad de colaborar en este proyecto. Con ayuda de Consuelo Olivares, estudiante del Programa de Doctorado en Ciencias Biológicas UC, y bajo el marco del Núcleo en Biología Integrativa y Sintética de Hongos, se realizó la parte experimental de la investigación. “Independiente de la revista donde se publiquen los hallazgos, lo fundamental es contribuir de forma tangible al conocimiento”, concluyó el académico.
Por Jade Rivera
Fuente: www.biologia.uc.cl