Señor director:
Muchos científicos están seriamente afectados debido a que han obtenido fondos para proyectos, que aún no pueden comenzar por demoras en la entrega de los recursos.
Por ejemplo, los que han obtenido proyectos de postdoctorado firmaron sus contratos a comienzos de noviembre de 2015, por lo que llevan casi cinco meses sin sueldo e, incluso, algunos se endeudaron comprando reactivos para iniciarlos. Aquellos que incluyen salidas a terreno en ciertas épocas del año tendrán retrasos adicionales, pero igualmente deberán terminar en el plazo estipulado en el contrato.
Una de las razones de los retrasos es el cierre de actividades realizadas anteriormente por esos investigadores en Conicyt, como becas de doctorado, trámite que ha experimentado cambios que no fueron informados oportunamente. Este papeleo puede demorar varios meses, y en algunos casos se solicitan nuevamente las certificaciones entregadas. Los afectados se sienten decepcionados del trato que les están dando. Así las cosas, se sienten obligados a manifestar su descontento.
Lo cierto es que nuestro capital humano avanzado, expresión que a varios no les gusta, se está desperdiciando y muchos se verán obligados a emigrar. Científicos a la calle porque no son escuchados; científicos que “están en la calle” porque no se planificó su formación y están sin trabajo. ¿Hasta cuándo en nuestro país habrá que salir a la calle para hacer ver nuestros puntos de vista?
Jorge Babul C.
@JorgeBabul