Señor Director:
Nos enteramos que el Gobierno ha reducido drásticamente el presupuesto para ciencia. Esto a todas luces es un retroceso enorme para el país. Una nación que no desarrolla la ciencia es estéril intelectualmente.
En la vereda opuesta, el Gobierno, mediante la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos, reconstruirá iglesias católicas y templos evangélicos que fueron destruidos en ataques incendiarios, para lo cual se dispuso un presupuesto superior a los tres mil millones de pesos. ¿Cómo se explica que exista más interés en el adoctrinamiento religioso que en el progreso científico?
El fundamentalismo se abre espacios en todos los frentes como respuesta a las problemáticas sociales que la política nacional no es capaz de resolver, ahí entra la religión en el mundo contemporáneo, buscando compensar espiritualmente lo que compete al Estado. Por eso, la reconstrucción de iglesias y templos es tan importante, no se reconstruye solo un edificio, sino un imaginario colectivo de “esperanza”.
Boris Briones Soto
Historiador de las Religiones