- Equipo multidisciplinario de la UC confirmó antigua teoría
- Doctor Gareth Owen verificó que las células cancerosas crean tubos internos que se conectan con los vasos sanguíneos.
L as células tumorales, al igual que las sanas, necesitan acceder a los vasos sanguíneos del cuerpo para obtener los nutrientes y el oxígeno que les permitan sobrevivir. Sin embargo, cuando este suministro de sangre no existe o se ve disminuido, los tumores más agresivos tienen la capacidad de crear una vía de irrigación alternativa, fabricando tubos en su interior que pueden transportar su alimento.
Esta propiedad, que se llama imitación vasculogénica, fue descrita por primera vez en 1999, causando controversia ya que, aunque se demostró la existencia de estos canales, lo complejo era comprobar su forma tubular y su capacidad de transportar líquido, en este caso, la sangre.
Esto fue precisamente lo que hizo un equipo multidisciplinario de científicos, encabezados por Gareth Owen, doctor en Ciencias Biológicas de la University of London y académico UC, cuyo trabajo “Structural and functional identification of vasculogenic mimicry in Vitro” -iniciado por el estudiante de doctorado Dusan Racordon- fue publicado recientemente en la revista “Scientific reports”.
“Para tratar el cáncer en los 90, se creó un tratamiento con fármacos para inhibir el crecimiento de vasos sanguíneos hacia el tumor. Sin embargo, los tumores, aunque de menor tamaño, siguieron creciendo”, afirma el doctor Owen. “Se descubrió que algunas células del tumor cambian y forman tubos compuestos por azúcares (glicoproteínas) por los cuales se produce la irrigación. Estos aparecen en el 30% de los tumores y, precisamente, en los más agresivos, cuya presencia se asocia con un tiempo de sobrevivencia mucho más corto en los pacientes”, agrega.
Imagen 3D
Sin embargo, no había evidencia convincente de que estos canales fueran capaces de irrigar sangre. Aquí apareció el trabajo de Beatriz Sánchez, doctora en Ciencias Físicas del programa de Física Médica de la Universidad de Sevilla, la cual sugirió utilizar una microtomografía de rayos X para crear una imagen 3D de los tubos ocupando una muestra de cáncer ovárico. “Usamos un escáner que somete la muestra a un haz de rayos X. La muestra va rotando y se le hicieron 2.400 imágenes en 2D, desde distintos ángulos, con los que se logró construir la imagen tridimensional”, explica la docente UC.
Para rechequear la teoría, Francisco Nualart, director del Centro de Microscopia Avanzada del Biobío, vinculado a la Universidad de Concepción, también aportó lo suyo. “Ocupamos un microscopio confocal, que utiliza una luz láser para darle relieve a estas estructuras y poder generar una imagen tremendamente resolutiva y en la que se puede observar muy bien la formación de estos tubos (ver imagen). La luz láser tiene longitudes de ondas definidas y se puede seccionar la muestra por capas, escanear la topología de la superficie de estas células, que tienen la propiedad de emitir una luz fluorescente, y reconstruir la imagen 3D”, sostiene el doctor en Biología Celular y Molecular.
Finalmente, Alfonso González, doctor en Ciencias con mención en Biología Celular de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), ayudó a demostrar que estas estructuras tubulares creadas por las células cancerosas son capaces de movilizar fluidos. ¿Cómo? Realizó una microinyección de tinta que coloreó el interior de estos canales, mientras que al mismo tiempo descartó que muchas de las estructuras descritas como “imitación vasculogénica” en la literatura existente hasta hoy, no lo eran, ya que no eran capaces de transmitir fluidos.
Posibilidades
El doctor Gareth Owen afirma que su trabajo “es la evidencia más convincente hasta hoy de que existen estos tubos en células cancerosas creadas in vitro y que, además, pueden conducir fluidos en, creemos, todos los tipos de cáncer”.
“Ahora tenemos un nuevo blanco. La próxima pregunta a responder es cómo se forman estos tubos. Cuando tengamos la respuesta, podremos trabajar en una droga para inhibirlos y convertir este 30% de tumores más agresivos en otros más tratables y con mejor posibilidad de supervivencia”, concluye.
Tubo alimentador
En rojo se aprecia la imagen 3D del tubo que alimenta a las células con nutrientes y oxígeno.
Sistema diferenciado
La estructura tubular no posee células endoteliales, al contrario de los vasos sanguíneos.
Capacidad propia
Sólo las células malignas, que aparecen en verde, son capaces de crear esta red de irrigación alternativa.
El estudio demostró que algunos tumores tienen una red de tubos internos que transportan líquido.
Fuente: www.lun.com