Florencia Tevy, doctora en Genómica y expositora de la octava versión del Congreso del Futuro (y también Socia de la Sociedad de Bioquímica y Biología Molecular de Chile), cuenta que su curiosidad por el estudio de los genomas partió a los 15 años, cuando leyó un libro de seis grandes científicos, entre los que figuraba Charles Darwin y Gregor Mendel. Le impresionó que ambos científicos no se conocieran y que no hubiera ninguna mujer en ese libro. “Decidí ponerle fin a esta historia de que se escriban libros de grandes científicos con solo nombres de hombres”.
Hoy es CEO de su compañía GEDIS Biotech (Genomic Engeering, Design and Innovative Solutions in Biotech), y una de las impulsoras de la iniciativa Plan Nacional de Genómica en Chile.
La genómica, según explica Tevy, es el estudio de la dotación genética completa de una persona y cómo esos genes interactúan con el ambiente. A diferencia de la genética, que solo estudia un gen a la vez.
El genoma puede verse modificado de acuerdo a su entorno. “Es como un switchboard, los genes se prenden y se apagan de acuerdo a su contexto. Los mismos genes van a funcionar distinto en diferentes lugares porque conversan con el medioambiente. Los genes van a ser los mismos, pero los que están prendidos y apagados pueden cambiar”.
“En el caso de la nutrición, por ejemplo, si yo engordo y tengo obesidad, los genes que se prenden son distintos a los que si yo estoy flaca. Hay genes que van a estar alertando de que hay una condición distinta que el cuerpo tiene que manejar”, agrega.
¿En qué consiste el Plan Nacional de Genómica?
Es una iniciativa que permite utilizar la genómica como herramienta para el desarrollo sostenible y para empoderar a la población chilena de su patrimonio genético. Con el descenso de los precios en la genómica, con mis colegas, Miguel Allende y Martín Montecinos propusimos armar el Plan Nacional de Genómica. Tenemos un fuerte apoyo de la comisión Futuro del Senado, donde presentamos esta iniciativa el pasado 17 de diciembre y ellos nos están ayudando a generar el piso ético legal para que esta iniciativa pueda desarrollarse.
El Plan tiene tres pilares fundamentales, la medicina preventiva; la agricultura y la biodiversidad.
La genómica nos permitiría secuenciar y analizar distintas poblaciones locales de Chile, de acuerdo a su historia y su geografía. Eso nos va a permitir conocer el comportamiento de acuerdo al entorno, y generar políticas públicas locales en medicina preventiva. Por ejemplo, analizar la predisposición frente a algún tipo de cáncer.
Si lo miramos desde el punto de vista de la biodiversidad, la genómica va a contribuir a conocer mejor nuestra diversidad y nos va a develar cómo enfrentar el cambio climático, por ejemplo.
Otro pilar de la genómica tiene que ver con la agricultura y en utilizar esta herramienta para generar cultivos que estén adaptados a las nuevas condiciones climáticas y que produzcan lo mismo que producen ahora. Eso sería modificando genéticamente los cultivos que más nos interesan.
¿Quién va a resguardar la información genética de las personas?
Las tecnologías para proteger los datos antes no existían y ahora sí. Estuve hablando con ingenieros y ellos ya han diseñado métodos para proteger los datos en “cajas fuertes”. Entonces uno podría generar datos genéticos y cruzarlos con carpetas clínicas. Pero para eso, hay que generar un piso ético y legislativo, para proteger los datos. Esos datos pertenecerían a una entidad regulatoria que podría analizarlos para después transformarlos en una política pública local.
¿En qué etapa está la iniciativa?
Una vez garantizado el presupuesto de este plan, que son 5 millones de dólares al año, nosotros en dos años podríamos estar generando los primeros resultados. En este momento el Presidente es el único que podría asignar recursos, pero yo creo que si él se informa sobre esto, va a entender que es una inversión. Creo que si logramos tener una audiencia con él y presentarle esta iniciativa, lo podemos convencer para montar un plan que empodere a la población chilena de su patrimonio genético.