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El director del Instituto Milenio de Oceanografía conversó con El Mostrador acerca de su expedición a la fosa de Atacama, un ambiente desconocido y extremo, con especies nunca antes vistas y, también, con potenciales utilidades para el país. “La fosa juega un rol clave en cómo llegan los tsunamis a nuestro país. Por dar un ejemplo, los modelos de cómo afecta el tsunami a la costa, dependen de tener el mapa del fondo del mar, y ese mapa no lo tenemos claro. Esto tiene un futuro de aplicación de conocimiento, que ayudará a la sociedad, en algo como la predicción de tsunamis”, afirma el científico, quien además analiza el impacto del ministerio de la Ciencia en Chile.

El director del Instituto Milenio de Oceanografía, Osvaldo Ulloa, se encuentra trabajando en una expedición inédita en Chile: un viaje a la fosa de Atacama, de aproximadamente 8 mil metros de profundidad.

“Afortunadamente, hemos trabajado con una empresa que diseñó el vehículo con el que bajó James Cameron, eso nos permitirá llegar abajo, tomar muestras, filmar, pero a un costo más barato”, cuenta el científico.

-Hábleme sobre su investigación en la fosa de Atacama.

-Estamos en la etapa de planificación, de hecho hoy terminamos una reunión afinando los detalles, porque esta va a ser la primera de una serie de expediciones, para estudiar la fosa. Anteriormente han pasado algunas expediciones extranjeras que han tomado algunas muestras, pero no existe ningún registro visual ni tampoco se ha llegado a la profundidad máxima; se ha llegado cerca. Nosotros como comunidad de investigadores chilenos nunca hemos hecho una expedición con nuestros propios medios, es el primer esfuerzo a nivel nacional, para poder llegar y comenzar a explorar y estudiar este ambiente tan desconocido y extremo que existe frente a nuestras costas.

-¿Qué utilidad se puede esperar de esta investigación?

-Lo primero es conocer parte de nuestro territorio, que hasta la fecha desconocemos, es como tener una pieza de nuestra casa a la que nunca hemos entrado, entonces tiene que ver con conocer nuestro territorio, desde el punto de vista como nación, pero además tiene que ver en cómo incorporamos el mar dentro de nuestro territorio, es decir, tiene una connotación geográfica, geopolítica, pero obviamente nuestro interés está en el punto de vista científico.

-¿Qué otros aspectos les interesa?

-Un aspecto que nos interesa es saber quiénes viven en la fosa de Atacama, nosotros sabemos que las especies, a medida que descienden en el fondo del mar, cambian, y justamente en este ambiente inexplorado, la mayoría de las especies nunca han sido vistas, y por lo tanto las probabilidades de que podamos encontrar especies nuevas es tremendamente importante. Lo otro es que nosotros sabemos que la presión es uno de los factores que controlan los procesos biológicos, climáticos, cómo funciona el sistema, y también desconocemos muchos de los efectos de la presión sobre los sistemas. También se ha visto que esta fosa funciona distinto al fondo marino de 4 mil metros: se demostró que hay mucha más actividad de lo que los científicos pensaban. Ahora, un tema que también es importante para Chile, es que durante el último gran terremoto de Japón, los japoneses tenían un observatorio y vieron que lo que se deforma, lo que genera el tsunami, es la deformación del suelo en la fosa, eso era algo que los científicos no se lo esperaban. A nosotros como país, nos interesa, por el riesgo que llevan los terremotos, por ser un país sísmico y por tener la fosa y gran actividad volcánica, la fosa juega un rol clave en cómo llegan los tsunamis a nuestro país. Por dar un ejemplo, los modelos de cómo afecta el tsunami a la costa, dependen de tener el mapa del fondo del mar, y ese mapa no lo tenemos claro. Esto tiene un futuro de aplicación de conocimiento, que ayudará a la sociedad, en algo como la predicción de tsunamis.

-Para poder enfrentar el tema de la fosa, a ver, hay muy pocos países que pueden hacerlo, todos países desarrollados. No hay ningún país como Chile que ha enfrentado este desafío. Y eso nos pone en un punto bien especial porque necesitamos, para poder hacerlo, una tecnología de punta y además una tecnología muy cara: mandar sondas, vehículos, acceder y filmar allá abajo, requiere de algo carísimo. Afortunadamente, hemos trabajado con una empresa que diseñó el vehículo con el que bajó James Cameron, eso nos permitirá llegar abajo, tomar muestras, filmar, pero a un costo más barato.

-¿Se puso con plata Conicyt?

-Sí, ellos se están poniendo con lo del buque, que son 27 mil dólares diarios. La iniciativa científica milenial también se ha puesto con harto.

-A propósito del debate sobre en ciencia entre los candidatos presidenciales, pareciera que deberían haber más proyectos como este.

-Por supuesto, aquí se mezclan los temas, por un lado Chile tiene potencial para desarrollar ciencia de primer nivel, y obviamente se requiere de un apoyo de quienes toman la decisión de inversión, pero también estamos en un país que tienen muchas otras necesidades, culturales, sociales, etc. Pero estamos convencidos que lo que requiere el país para poder seguir desarrollando y avanzar en esto, es una mayor inversión en ciencia y tecnología, y este es justamente el ejemplo de que sí somos capaces de hacerlo, pero falta impulso, es creernos que somos capaces, creernos el cuento de que la ciencia es importante. Ahí está el problema: la mayoría de quienes toman las decisiones consideran que la ciencia no tiene tanta importancia.

-Nuestro elite económica es más bien rentista y no innovadora.

-Mientras las grandes empresas tengan la rentabilidad que tienen al explotar nuestros recursos, difícil que inviertan en investigación. En ese aspecto, es el Estado el que tiene que partir.

-Según una encuesta de Conicyt, solo el 3,5% de los chilenos cree que es prioritario invertir en ciencia. ¿Por qué?

-Yo creo que gran parte de eso viene por la educación. La ciencia te llega por ahí y si nuestra educación es mala y dentro de la escuela la enseñanza en ciencia es pobre, obviamente tu apreciación de la ciencia será débil. Y por otro lado, ha cambiado cómo la sociedad percibe la ciencia. Por mucho tiempo la ciencia estuvo enclaustrada en la academia, en los laboratorios, y no había una divulgación de la ciencia hacia la sociedad, donde la sociedad aprecie la ciencia, afortunadamente eso está cambiando y yo soy súper optimista de que las generaciones que vengan cambien y valoren más la ciencia. Ha habido una inversión tremenda en poder difundir lo que estamos haciendo. ¿Cómo tú te enteras de lo que hace la ciencia en Chile, en la prensa, en los programas culturales, que estén bien contadas? La ciencia no es noticia.

-¿Cuál es su opinión sobre el ministerio de la Ciencia? Andrés Couve, colega suyo, fue muy crítico y dejó entrever que era algo testimonial.

-Yo, con mi amigo Andrés hay varias cosas que rescato, sobre todo esto del mapa que hay que construir del país, pero en el tema del ministerio de la Ciencia estoy en la posición contraria. Yo creo que es una oportunidad tremenda la que tenemos de tener un ministerio así y con todo lo débil que aparentemente puede parecer, yo creo que nos pone en un nuevo escenario y al igual que el ejemplo de la fosa de Atacama, donde no tenemos recursos para llegar como James Cameron, bueno ahora pensar en un ministerio gigante, con un montón de programas, sería una señal potente, pero yo creo que la sociedad chilena… no sé si es lo que está esperando. Y creo que los que van a invertir en el ministerio no creo que estén dispuestos hoy a aumentar el nivel de inversión que la ciencia requiere, pero eso no niega la importancia del ministerio, porque nos pone en un nuevo plano político. Hoy el problema que tenemos es que la ciencia esté metido dentro de un Mineduc donde ni siquiera es una secretaría.

-Andrés Couve habló de cero análisis en las votaciones de las indicaciones y según él Mario Hamuy había tomado un camino fácil, para que el ministerio saliera en este gobierno, por beneficios políticos….

-Yo creo que donde discrepo con Andrés es en la intención, yo soy amigo de Mario Hamuy, he conversado el tema con él, aquí hay un problema de estrategia y eso es discutible, es respetable la opinión de Andrés, el querría un ministerio fuerte, con buen financiamiento, una señal potente para el país, obviamente que como científico me encantaría que fuera así. Pero yo prefiero eso antes que no haya ministerio o que se postergue la discusión de aquí a muchos gobiernos más. Convencer al resto de que la ciencia es importante, será más fácil con un ministerio.

-Andrés también planteó que la comunidad científica, a la hora de analizar el proyecto para el ministerio, fue complaciente y no rigurosa. ¿Cómo ha sido el rol de la comunidad en este proceso?

-En primer lugar, hay que preguntarse hasta dónde uno puede exigir, si solo el 3% cree que la ciencia es importante, hay que dimensionar que el resto de la sociedad cree que no es tan importante. ¿Cuál es la capacidad real de presión de los científicos? No es mucha, somos muy poco. No tenemos a la gente marchando en las calles pidiendo más plata para la ciencia. No hay huelgas. Todo el tema de la educación, si no fuera por el 2011, quizás la ley de educación tampoco se estaría discutiendo.

Y lo otro es qué tan participativa fue la iniciativa, yo conversé con Mario y creo que no hubo una actitud más colegiada de las sociedades científicas.

-¿Qué piensa del giro ambientalista en el gobierno de Bachelet, con respecto a lo que pasó con Minera Dominga?

-Yo creo que el proyecto Dominga es un ejemplo de una decisión que no necesariamente tiene que ser algo que marcó una pauta que se aplique a todo, porque depende de cada proyecto, si el proyecto tiene falencias, me alegro que el gobierno lo haya parado, sin embargo parece que no aprobaron proyectos que estaban bien hechos. Yo creo que el punto está en cómo funcionan las instituciones. Ahora, sí, por lo menos en el área del mar, la señal que dio Bachelet y el canciller puso a Chile en un mapa distinto a nivel mundial. La decisión de Chile de crear estas áreas de protección marinas es una señal potente, nos pone como pioneros. Pero me gustaría ver este mismo esfuerzo en la protección del océano costero, que es la que impacta más a la sociedad chilena. Lo que Chile necesita hoy es cómo protegemos donde desarrollamos la pesca industrial, artesanal, donde vive la gente.

-¿Y qué pasa cuando estas zonas de protección marinas se vean enfrentadas a proyectos industriales?

-Aquí no tenemos que inventar la rueda, hay experiencias de otros países como Australia, donde ellos han definido áreas de protección costera, algunas destinadas a parques, otras que permiten uso de minería y trabajo industrial. Lo que falta hoy en Chile es un ordenamiento territorial, y obviamente que no podemos declarar toda la costa chilena un área de protección, pero después de un análisis podemos decir que esta es la mejor área para proteger.

-¿Estos parques marinos pueden incidir en adaptarse al cambio climático? ¿Cuál es el impacto real?

-Lo primero es la protección de la biodiversidad. Una de los factores que afecta a la biodiversidad es la sobreexplotación y justamente estas áreas, que han estado con poca influencia de seres humanos, tienen mucha biodiversidad. Y si permitimos que sobreexploten, afectará la población de esas regiones. Además, estas reservas marinas son refugios para especies, muchas se reproducen ahí y después se van a otros lugares. Tú necesitas áreas donde las especies se puedan reproducir. Desde ese punto de vista, estamos contribuyendo a un problema que es global.

-Hábleme sobre el océano como actor clave en el cambio climático.

-Chile tiene un plan respecto al cambio climático. Yo lo leí. Sin embargo, el océano prácticamente no se menciona. Dentro de ese documento, de cómo afecta el cambio climático a Chile, insisto, el océano apenas aparece y justamente es el océano porque… a ver, si no tuviéramos el océano, las fluctuaciones de temperatura en la tierra serían mucho más altas. El océano es el que amortigua, por lo tanto es un factor muy importante dentro del sistema climático. Estamos preocupados de las sequías, de las lluvias, claro, eso nos afecta en el día a día, pero hay temas en que el océano nos afecta inmensamente. Si vivimos en un clima templado, es gracias al océano. Un efecto del que más se habla es el aumento de la temperatura, el océano se está calentando, lo cual varía el clima. También el océano está perdiendo oxígeno y eso afectará nuestros recursos marinos. El otro efecto que tiene que ver con el aumento del C02, es que el PH del agua baja y eso afecta a muchas especies, a las que forman conchas, las almejas, y ahí tienes un cambio químico que estamos viviendo en el océano.

-¿Cuáles podrían ser las consecuencias de una liberación masiva de metano en el ártico como producto del calentamiento global?

-El metano es un gas invernadero que haría que la tierra aumentara su temperatura.

-¿En qué gobierno se ha avanzado más en ciencia?

-Lo que estamos avanzando en ciencia, no es de este gobierno, ni del de Piñera, sino que todos han hecho un aporte muy importante en la ciencia, y mi expedición de ahora les debe a todos. Tampoco estoy de acuerdo con Andrés, de que la ciencia es del siglo 19, para nada, los jóvenes están haciendo ciencia actual, ellos están mejor preparados, quien trabajar y ellos saben cuáles son las problemáticas científicas importantes.

Fuente: m.elmostrador.cl