Señor Director:
En el acuerdo N°025/2018 del Consejo Nacional de Educación, después de la reunión del 7 de febrero, del 2018, el considerando 6.o expresa:
“Si bien existe consenso en que las asignaturas de Filosofía y Ciencias Naturales son necesarias y aportan significativamente al desarrollo del pensamiento crítico, lógico y científico de los estudiantes, no existe acuerdo entre los consejeros acerca de la pertinencia de que formen parte de la Formación General Común para todos los estudiantes de III y IV Medio”.
Sobre la base de dicha consideración se ha decidido eliminar del programa de Formación General Común a las Ciencias Naturales y la Filosofía para todos los estudiantes de III y IV Medio. Esta noticia me desconcierta. Hace unos meses se proponían dos horas pedagógicas a la semana, lo que ya era claramente insuficiente y ahora… ¿se piensa que es “demasiado”? ¿En qué planeta lejano o dimensión paralela viven los miembros de este Consejo?
¿Es que acaso los jóvenes no necesitan saber de tsunamis, volcanes, terremotos, astronomía, ecología, ciencias del mar, física, química y biología? Y me lo pregunto porque al menos en el planeta en que yo vivo aquellos conocimientos sirven para poder vivir una vida cotidiana. Al instalador eléctrico, al mecánico, al gásfiter, al artista, al poeta, a todos nos beneficia conocer los fundamentos de las ciencias. Se eliminan del currículum ¿por temor a que nuestros jóvenes aprendan a pensar? ¿Queremos jóvenes “lo más ignorantes posible”? Así fue en el siglo XIX en Chile. Pero en el siglo XXI no tendrán cabida los que ignoren la ciencia, ni los países ignorantes en ellas.
Chile es un país de poetas, y ahora que hemos perdido quizás al más grande de ellos, permítaseme recordar a Nicanor Parra cuando decía: “Chile es y será lo que ha sido siempre: una casa de pu(e)tas”. Eso viene a mi memoria con esta trágica noticia.
José Maza Sancho
Premio Nacional de Ciencias Exactas 1999
Miembro de la Academia Chilena de Ciencias