Granados, con riendas o con mazamorra son solo algunas de las preparaciones de este plato típico que durante generaciones tuvo protagonismo en cocinerías y almuerzos familiares, el que fue perdiendo por diversos factores como su baja rentabilidad y su reemplazo por otras fuentes de proteínas como la carne. Esta situación es la que un grupo de investigadores de la Universidad de Chile busca revertir destacando sus importantes beneficios para la salud.
Los diferentes tipos de legumbres que se consumen en nuestro país, y en particular los porotos, constituyen un tipo de alimento rico en proteínas, fibra y vitaminas, y que forma parte de la dieta de quienes poblan estas latitudes desde hace siglos.
Sin embargo, durante las últimas décadas su consumo ha disminuido, debido a una serie de factores que incluyen cambios en los hábitos alimenticios, prejuicios en contra de estos alimentos, una menor producción por parte de los agricultores y bajos precios de venta.
Con el objetivo de contrarrestar esta situación, un grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Agronómicos, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), y de la Facultad de Ciencias Sociales, reunidos en el centro de investigación “ABC Vital”, se encuentran desarrollando el proyecto “El poroto chileno: Estudios transdisciplinarios para promover su valor”.
El objetivo es no sólo fomentar el consumo de porotos en el país, haciendo énfasis en sus beneficios para la salud de la población, sino también su producción por parte de los agricultores, rescatando las numerosas variedades locales que existen a lo largo del país, innovando y rescatando al mismo tiempo recetas tradicionales.